Ante el ordenador miro mi agenda y escucho un leve lloriqueo de Haruki, es el aviso de su aburrimiento, ahora recorrerá la casa se sentará en algún lugar y acabará a mi lado con indicaciones más claras para que lo saque. Yo miro la agenda para organizarme el día que es la función de esta agenda y salir de la locura que mi mente me impone cuando la dejo funcionar a su antojo.
En esta agenda que tengo en el ordenador trato de situar las cosas que debo meter en mi vida rutinaria como ducharme, lavarme los dientes, hacer que Haru corra y juegue, las tomas de pastilla que he de hacer y el trabajo creativo. Todas situaciones que se desperdigan en el día a día y la mayoria de las veces se pierden en el tiempo porque mi mente sin el control de esta agenda las va relegando "sine die" con la lógica perturbación de mi existencia.
Pronto estará aqui Haru y lo sacaré a pasear.
1 comentario:
Hola! Lo de la agenda está muy bien. Haru y sus ladridos seguro que espabilan lo suyo. Pero escribir es una terapia muy recomendable. Sigue en ello. ¡Un beso!
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